“Nosotros no venimos a ganar la guerra, venimos a ganar la paz”

 

Para el Grupo Parlamentario de Morena, las descalificaciones por parte de la oposición del día martes 21 de septiembre, son un ejemplo más del circo mediático que busca imponer en cada momento la oposición moralmente derrotada, debido a las falsedades sobre el actuar del gobierno que encabeza el Presidente Andrés Manuel López Obrador.

Los señalamientos que pronuncia la oposición sobre nuestros valientes elementos de las fuerzas armadas, al llamarlos “edecanes”, es de una falta total de congruencia y sensibilidad política, de altura de miras y de ética. Consecuencia de ello hemos presenciado una gran falta a quienes entregan su vida diariamente por nosotras y nosotros.

Todo el pueblo de México sabe que las Fuerzas Armadas son quienes enfrentan
—día a día— los estragos que dejaron los pasados gobiernos, los que mediante la corrupción dejaron un país hecho trizas y que, justo ahora a tres años, se está arreglando con la ayuda incondicional del pueblo de México.

La oposición debe recordar que la Guardia Nacional fue creada con el propósito de combatir la violencia en el país, la cual fue desencadenada por la inconsciencia de esos políticos corruptos, que dejaron una Policía Federal inoperante y corrupta, y que, según muchas investigaciones periodísticas, durante el gobierno de panista de Calderón fue utilizada como un brazo armado al mando del narcotráfico (García Luna).

En la presente administración, las Fuerzas Armadas tomaron un rol que va más allá de la Seguridad Pública y que han cumplido a cabalidad, incluso han llegado más lejos: el Ejército está a cargo de la construcción del Aeropuerto Internacional General Felipe Ángeles y participan de igual manera en los trabajos del Tren Maya. El Ejército es parte importante de los grandes cambios que necesita México, y nunca más para reprimir al pueblo.

En aquellos tiempos de la corrupción flagrante, eran muchos los espacios contaminados, como las aduanas que durante mucho tiempo fueron un instrumento más para permitir el tráfico de mercancías ilegales; ahora la Marina es la encargada del control de las aduanas, lo cual, de más está decirlo, ha representado un gran golpe a la corrupción.

Para combatir la inseguridad lo mejor es prevenirla, acción que —sin ningún miramiento— ha realizado el Presidente de la República junto con las Fuerzas Armadas desde el principio de su administración.

Que nadie se llame a engaño: antes la situación no estaba mejor, la violencia nunca fue la vía para llegar a la paz. En cambio, dejando de lado el ominoso pasado del Secretario de Seguridad narcotraficante, la Cuarta Transformación va más allá de simples detenciones, porque busca —en verdad— lo mejor para el pueblo de México.

Quizá muchos políticos y legisladores de la oposición vivían en un país diferente, en el país de la televisión, donde todo era y podía ser un montaje, una simulación más; ya no más derramamiento de sangre del pueblo, ya no más policías coludidos con la delincuencia, ya no más desapariciones de estudiantes, ni matanzas de inocentes, ni represión a maestros —como en Nochixtlán o en Aguas Blancas—, esa policía que la oposición quiere, esa policía sanguinaria y en contra del pueblo: nunca más al “mátalos en caliente” y le damos la bienvenida al “abrazos y no balazos”.

El Presidente Andrés Manuel López Obrador y su gabinete trabajan diariamente para erradicar las causas que han permitido que exista desigualdad, corrupción, violencia e inseguridad. La estrategia es muy clara: atender al pueblo, darle las herramientas y trazar los puentes para que la gente acceda a los beneficios del desarrollo y termine el círculo de violencia que tanto mal le ha hecho a nuestro país.

Es por eso que el gobierno de la Cuarta Transformación ha creado diferentes apoyos para quienes siempre han sido más olvidadas y olvidados: programas como Jóvenes Construyendo el Futuro, Sembrando Vida, Apoyo Universal para los Adultos Mayores, por mencionar sólo algunos. Y que quede claro cuál es el propósito: brindar el apoyo a los hombres y mujeres del campo, a la gente común, para que en ningún momento —por necesidad— se vean obligados a delinquir.

PARA REFORZAR LOS HECHOS EN LA MEMORIA DE LA OPOSICIÓN:

• Hasta agosto de 2021 se logró una reducción de 23.5% de los delitos del fuero federal respecto al mismo periodo de 2019.

• Cinco entidades concentran 50.4% de los homicidios dolosos (Guanajuato, Baja California, Michoacán, Estado de México y Chihuahua, la mayoría de estos estados gobernados por la oposición).

• El INEGI presentó la Encuesta Nacional sobre Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública, de acuerdo con la misma, la gente confió en 90%.1 en la Marina, 87.4% en el Ejército, 82.8% en la Guardia Nacional, 58.6% en la Policía Estatal y 52.9% Policía Municipal siendo este nivel el más bajo.

Nosotros no venimos a ganar la guerra, venimos a ganar la paz. No más gobiernos sangrientos como el de Calderón y Peña Nieto, no más sangre derramada de nuestro pueblo.

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